Riquelme entró al vestuario de Boca tras la derrota: "Fuimos un desastre"

"Fuimos un desastre". La frase podría pertenecer a cualquier hincha de Boca que anoche prendió la TV con la ilusión de empezar el repechaje con el pie derecho y se encontró con un equipo apático, sin reacción y que no fue goleado de milagro. Pero no, la tajante opinión toma otro color porque su autor es ni más ni menos que el presidente e ídolo del club, Juan Román Riquelme, y fundamentalmente debido a que se las trasladó cara a cara a los jugadores.

Tal como en otras tantas ocasiones, ya sea para un tirón de orejas (como cuando los bajó del micro contra Gimnasia en la era de Sebastián Battaglia) o para "felicitarlos" (por ejemplo, tras la final perdida de la Copa Libertadores), el Torero se metió en la intimidad del plantel y lanzó un fuerte mensaje que caló hondo puertas adentro.

En llamas por la derrota en la Copa Libertadores, pero sobre todo por la imagen que dio el equipo, Riquelme esperó que primero Fernando Gago le manifestara sus sensaciones a sus dirigidos y luego le pidió un rato para tomar la palabra él. El entrenador aceptó y se fue del vestuario para que el Diez agarre la posta durante cinco minutos.

Riquelme consideró que Boca fue un "desastre" y se lo manifestó literalmente y sin atenuantes a la delegación. Pero dentro de ese descargo, hizo un pausa y destacó que lo único positivo es que "los dejaron con vida" y que la semana que viene, en la vuelta en La Bombonera, tienen chances de revertir la historia.